miércoles, 5 de marzo de 2014

TIERRA



Madre a tiempo completo
Te agarro entre mis manos
Te diluyo con los dedos
Y con todo y tus gusanos
Aspiro tu olor a tallos secos

Es cuando queda el paso
De los tiempos, el deterioro
De años y el pasar de tantos
Y tantos inviernos

Cuando te han endurecido
Los esfuerzos de parir
De parir seres vivos
Que deberían reír, con todos
Los verdes nuevos pujados
Por la raíz

Que engendrabas con el sol
Y arrullabas con el viento
Eran verdes de tu amor
Para darnos alimento.
            Victoria Escamilla Benavides

A LA PACHAMAMA



 Te presiento sedienta de matices


de los rayos del sol de la mañana,
de la lluvia que te moja y te complace
si te inunda los campos de agua dulce.
Amaneces perfumada por la brisa,
que trae fragancias de esencias que le diste.
La luna te alumbra con reflejos
y envía estrellas a velar tu sueño.
Los bosques le gritan a los vientos,
que peinen tu larga y ondulada cabellera.
Eres la madre de perfecto vientre,
que acuna en su seno una sagrada savia.
Pachamama perdona a los intrusos
esos ingratos que dañan tus entrañas,
tal vez ellos no sepan lo que hacen,
mutilan tus hijos, los desgajan, descuartizan, queman
y en la incesante lucha algunos pocos te defienden
gritando al mundo sordo, que eres nuestra madre.

Y te sueño Pachamama sin heridas,
Y te quiero Pachamama sin reservas.    

Seudónimo: Morena ( Luján Provincia de Buenos Aires. Argentina)  

MI PATIO



Bajo los árboles de un gran patio
Creció mi infancia.
El peral, de peras de abril
Me dio sombra en el verano
De la mano de mi madre
Fui creciendo junto al árbol.
Un parrón nos dio refugio
A lo juegos de antaño
A las revistas con amigas
A las tareas de marzo.
Un ciruelo se mecía,
Generoso, frente a la casa
Ofrecía dulces frutos
Que los jugos endulzaban
De las niñas de aquellos años,
De las que hoy no queda nada.
El cerezo, ese tiene historias
Que si las cuento me alargo,
Mas sólo quisiera que vuelva
Aquella niña a su patio.
           Valentina Ríos Sepúlveda
                        Puerto Montt

EL CURSO DE LA VIDA



Amenaza nuclear. Apocalipsis.
De los tiempos el fin ya está cercano.
Pregonan día y noche sin cesar
los que ha poco de hablar, lavan sus manos.
 Sin embargo, capullos de cerezos en sus yemas
esperan perfumar el aire en marzo.
Recomenzar el ciclo, primavera,
con la vida fluyendo en los manzanos.
Retorno de las aves en bandadas,
anidarán muy pronto festejando
la maravilla de empollar sus huevos,
perpetuando la especie con un canto.
 La eterna nieve del volcán será más blanca;
más verde el arrozal en su pantano.
Estrenarán color todas las flores cautivando al feliz enamorado.
Poblado el aire de sutil esencia vibra la piel , que provocó el olfato.
Aunque el hombre posmoderno, frío, mediático,
capaz se cree de predecirlo todo, y todo lo predicho esté viciado.
Los días se suceden a las noches, los otoños suceden al verano.
El curso de la vida como un río seguirá su camino sin retrasos.

                               María Rosa Rzepka. República Argentina